UNA INSTITUCIÓN DE LAICOS
VARONES Y MUJERES DE FE
Somos una institución eclesial, sin fines de lucro, que trabaja por la formación integral de las personas promoviendo los valores humanos y cristianos, la construcción de la comunión, la participación en la pastoral diocesana, en el desarrollo del liderazgo social y por la promoción humana para llevar el Evangelio a todas las situaciones de la vida.
Nacimos el 5 de abril de 1931, por iniciativa del Episcopado Argentino, en respuesta a la invitación del Papa Pío XI de organizar, en los distintos países, esta novedosa asociación.
Nuestra razón de ser es la EVANGELIZACION.
ORGANIZADOS PARA SERVIR
En la actualidad, conformamos una organización presente en más de 850 comunidades, en las diversas regiones de nuestro extenso país, insertadas en el núcleo cívico más básico, como lo es el barrio, a través de las parroquias.
Estas comunidades se componen, a su vez, de 780 grupos de adultos, 790 grupos de jóvenes – en una edad que abarca de los 12 a los 30 años aproximadamente – 650 grupos dedicados a la promoción de la niñez y diversos grupos sectoriales: trabajadores, educadores, rurales, etc.- atendiendo realidades específicas.
Los diversos grupos están coordinados en distintos niveles por organismos diocesanos y un Consejo Nacional para que hacer efectiva la unidad.
Somos en la Argentina 30000 miembros, con una sólida y efectiva presencia en la realidad en la que participamos, asumiendo un compromiso permanente en los ambientes, donde contribuimos en la construcción del Bien Común, asumiendo corresponsablemente la misión de la Iglesia.
UN ESTILO DE VIDA
Nuestro estilo de vida se define por la fidelidad a los valores de Evangelio y por la apertura a las necesidades que surgen en el contexto cambiante de la historia, a fin de que, con nuestro liderazgo y servicio, germine lo mejor de cada persona y de cada realidad.
El gran servicio de la institución es LA EVANGELIZACION en todas sus dimensiones.
Desde nuestro nacimiento, largo es el camino recorrido, muchos son los movimientos civiles y eclesiales nacidos de nuestra organización para dar respuesta a una gama cada vez más compleja de necesidades sociales. Gran número de líderes sociales se formaron en nuestras comunidades, desplegando un rico potencial para promover la dignidad humana y el ejercicio eficaz de sus capacidades.
EN COMUNIÓN
La Acción Católica Argentina trabaja organizadamente y su presencia se extiende en lo nacional, provincial, municipal y barrial, a través de las diócesis y parroquias. Sus organismos de conducción, junto a los distintos grupos de militancia – donde se hace efectiva la pertenencia y la participación – garantizan nuestra llegada directa a los diversos ámbitos de la vida, donde en comunión con otros movimientos de Iglesia, de otros Credos, de la sociedad civil, convergemos en proyectos que promuevan la dignidad de las personas y su desarrollo integral
Participamos también en instancias internacionales donde potenciar nuestra capacidad de servicio y aportamos a la construcción de un mundo más humano y en paz.
PARA TRANSFORMAR LA REALIDAD
Las vidas de nuestros grupos, que abarcan desde la infancia a la tercera edad, atienden con una dinámica propia las características de cada edad y motivan la participación comprometida e iluminada por la fe, para ser agentes transformadores de la realidad capaz de generar estructuras de bien, frente a las propuestas vacías de sentido para la vida.
Presentes en las realidades propias de la familia, el estudio y el trabajo, la participación, social y cultural, queremos ser anunciadores “normales” de la alegría del Evangelio. Organizadamente, a través de los servicios de promoción humana y/o de capacitación (comedores comunitarios, hogares, microemprendimientos, actividades de recreación, acompañamiento de adictos, madres solteras, víctimas de trata; instituto de formación de político y social, vivienda social, entre otras iniciativas) nos sumamos a la construcción de una sociedad justa y fraterna, que genere condiciones de vida digna para todos, en especial para nuestros hermanos más necesitados.
Acompañamos y alentamos también, a los miembros de la Institución que asumen compromisos en la vida pública, en los espacios donde se gesta la cultura o el pensamiento de la sociedad.